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Ana una mujer de fe - el mensaje del Evangelio de la Palabra de Dios


Aunque Ana era una mujer casada que no era una mujer completamente feliz y realizado. Estar casada con ese tiempo era muy importante. Pero ella no podía tener hijos por lo que fue provocado constantemente, insultado y humillado por los demás.

¿Cuántas mujeres hoy en día no viven la misma situación que Ana vivió. Hoy en día no muchas mujeres que viven situaciones que podríamos llamar similar a la que Ana tuvo que hacer frente, si tenemos en cuenta el gran sufrimiento y angustia que estas situaciones traen a la vida de las personas.

Ana estaba muy triste e infeliz porque no podía tener hijos. Vivía sola y llorando en la esquina debido a los insultos, provocaciones y humillaciones que ella incluso perder el apetito debido a las muchas penurias sufridas.

Hoy en día no ha cambiado mucho, ya que muchas mujeres sufren en la actualidad aflicciones de Dios tan fuerte y difícil de tratar con la angustia de que Ana sufrió en esos días porque no podía ser madre.

Hoy en día, muchas mujeres también viven muy triste, angustiado y deseperadas. ¿Cuántas hermanas no son provocados, insultados y humillados a diario a causa de un marido que vive en la bebida por un hijo o una hija que cayó en el mundo de las drogas, a causa de un hijo o una hija que vive en la prostitución, las mujeres que son víctimas de la intriga y el acoso en el trabajo o en la familia, las mujeres que están pasando por una grave enfermedad, las mujeres que sufren por no tener su propia casa porque no puede estudiar, por no haber un buen trabajo porque no pueden dar a sus hijos una casa o una educación adecuada, ya que no puede contar con un marido fiel y compañera. Otras mujeres no se puede construir una familia porque no encontró un socio verdaderamente temeroso de Dios. De todos modos! Muchas son las aflicciones del moderno Anas.

Al observar el gran sufrimiento de Ana también pueden aprender de esta gran hija de Dios. La historia de Ana tiene mucho que enseñarnos. Con ella podemos aprender cómo hacer frente a la adversidad y las dificultades de la vida. Entonces, de la misma manera que nuestro Dios cambió por completo la vida de Ana También puede cambiar la vida de cualquier persona.

Si usted es una de esas mujeres que han vivido una vida de humillación, sufrimiento y desesperación vamos a aprender cómo manejar estas situaciones de observación excelente ejemplo de conducta que Ana nos ha dejado. Ella mostraba a una mujer muy fuerte y lleno de fibra. Ella tenía en su corazón una fe bien fundamentada en nuestro Señor y Dios. Vamos a empezar por el análisis de las reacciones de Ana antes de las humillaciones, vejaciones y persecuciones que sufrió constantemente.

Podemos observar que, a pesar de que sufrió internamente con todo, Ana dio a luz a todos con humildad y tranquilidad. Ella no respondía con maldición. Ella no jurar ni mucho menos se rebeló contra las indignidades que recibió.

Anna era una mujer que conocía a Dios. Ella buscó a Dios. Ella renunció a ninguna oración ni la presencia de Dios en su vida. Ana derramó su alma al Señor en oración. Ana lloró y dio todas las humillaciones a manos del Señor. Ana aprendió a esperar a que la justicia de Dios. Ella confianza y perseverancia, esperó en Dios.

Resultado: nuestro Dios siempre le consoló y alimenta su esperanza.

Ana era una mujer de gran fe y perseverancia, se ha realizado una conexión con el Señor cuando ella prometió darle a su hijo si él realizar su deseo de ser madre. Ana prometió dar al Señor lo que era mejor: Su gran sueño. Tu hijo.

Ana fue fiel a Dios y Dios respondió. Una vez que el niño nace Ana cumplió su promesa y le dio no sólo la que la maternidad era un viejo sueño, sino también su corazón: El joven Samuel. Dios estaba muy complacido con la actitud de que la fe y la fidelidad, la sinceridad cumplido sus promesas a Él.

Ana en su felicidad, ni siquiera tener que estar lejos del niño como deseado alabado y glorificado el santo nombre del Señor:

1 Entonces Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija por el Señor, mi poder se exalta
el Señor, mi boca se hincha en contra de mis enemigos, Por cuanto me alegré en tu salvación
2 No hay santo como el Señor, no hay ninguno fuera de ti, no hay roca como nuestro Dios.
3 Hable no más altivos, ni de su arrogancia boca, porque el Señor es un Dios de conocimiento, y por él el pesar las acciones.
4 Los arcos de los fuertes fueron quebrados, Y los débiles se ciñen de fuerza.
5 Los que se llena se contratan por el pan, y ya no tienen hambre los que estaban hambrientos, hasta que el árido tuvo siete hijos, y tenía muchos hijos se debilita.
6 Jehová es el que da y quita la vida, hace bajar al Seol y hace subir de allí.
7 El Señor hace ricos y pobres; exalta sacrificio y también.
8 Levántate al pobre del polvo, levanta al necesitado del muladar, para hacerlos sentar con los príncipes, para hacerlos heredar el trono de gloria para el Señor son las columnas de la tierra, se la pusieron en el mundo.
9 El guarda los pies de sus santos, Mas los impíos perecen en tinieblas, porque ningún hombre prevalecer por la fuerza.
10 Los adversarios del Señor, será quebrantado; trueno desde el cielo contra ellos. El SEÑOR juzgará los confines de la tierra dará fortaleza a su Rey, y exaltará el poderío de su Ungido. - 1 Samuel 2: 1 al 10


Más tarde, Ana puede probar en su vida que el Señor es un Dios vivo y misericordioso y que Él se esfuerza para que todos los sueños de sus hijos e hijas. Por no hablar de que ella también podría experimentar que nunca nuestro Dios hace el trabajo por la mitad. Nuestro Dios cuando pone su mano para cumplir con los deseos del corazón de un hombre o de trabajo de la mujer se ha completado. El resultado es que Anna, después de que ella tenía el joven Samuel, finalmente fue plenamente realizada como madre, porque el Señor le había dado otros cinco hijos.

Así se cumplió en la vida de oración de Ana y gritar que había vertido con confianza a los pies del Señor:


6 Jehová es el que da y quita la vida, hace bajar al Seol y hace subir de allí.
7 El Señor hace ricos y pobres; exalta sacrificio y también.
8 Levántate al pobre del polvo, levanta al necesitado del muladar, para hacerlos sentar con los príncipes, para hacerlos heredar el trono de la gloria

Samuel 2:06 1 a 8


Es por eso que también debemos orar, llorar y siempre se basan en la fuerza, el poder y la misericordia de nuestro Señor Jesucristo y reserva lo mejor de nuestras vidas para disfrutar de las manos de nuestro Señor.

Cuando verdaderamente aprender a hacerlo sin que nos merecemos, vamos a recibir los beneficios de nuestro Dios que entrega. Sobre este mismo misterio de nuestro Señor Jesús nos ha enseñado:

33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas serán añadidas. - Mateo 6:33

Buscad el reino de Dios ha de agradar al Señor fielmente caminar en los caminos de sus mandamientos.

La justicia de nuestro Dios es que reconozcamos todo nuestro corazón que Dios el Padre, el Señor Jesucristo, y el Espíritu Santo de Dios es nuestro único Señor y poderoso de todo el universo. Nuestro Dios es Aquel que es el Señor de la vida y la muerte, el Alfa y Omega y el Supremo Señor de todo y de todos y sólo a Él se debe toda alabanza, el honor, la gloria y la alabanza.


Amén y gracias a Dios. Permanecer en la paz del Señor Jesucristo

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