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Los dones de Dios - Mensajes evangélicos de la Palabra de Dios


7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.
8 Por lo cual dice: Ascendente a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres.
9 Ahora bien, esto - continuó - ¿qué es, sino que también había descendido a las profundidades de la tierra?
10 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.
11 Y él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, ya otros pastores y maestros,
12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo;
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
14, de modo que ya no somos niños más, volubles, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, al tender la astucia para error de mecanización;
15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, Cristo,
16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido por lo que todas las coyunturas, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor. - Efesios 4:7 al 16

Todos los miembros de la iglesia tiene la misma importancia que antes de que el Señor Jesucristo. Es el amo de cabeza y único Señor de la Iglesia.

El Señor Jesús, a través del Espíritu Santo de Dios reparte sus dones como Él, sondeando el corazón de cada niño, ve allí la voluntad y la capacidad de cada uno para tomar y desarrollar un don específico.

La que le da el don de los milagros, a otro le da el don de la curación, a otro el don de la fe ... Y así sigue. El Señor Jesucristo es la cabeza de la iglesia y nosotros, todos nosotros, los apóstoles, obispos, pastores, obreros, médicos, leal, todos somos parte del mismo cuerpo, y tenemos el deber y la misión de unir cada vez más a predicar el evangelio de reino de Dios y sus buenas nuevas.

¡Por supuesto! Cada uno con sus responsabilidades. No se equivoquen. No fue un mérito o méritos de tal o cual cada uno ha recibido de Dios los dones para la obra del Señor. El don es dado únicamente por la gracia y por el Espíritu Santo de Dios, y esto se hace de acuerdo con los criterios que sólo el Señor conoce.

Esta diversidad de dones es a la vez un don y una herramienta que adornaba cada uso y debe poner al servicio de la obra de Dios.

Es sólo a través de la predicación de la Palabra de Dios para que los hombres conozcan el Evangelio de Jesucristo y así desarrollar junto con la Iglesia, pueblo de Dios, tan unidos en un solo cuerpo con Cristo como la cabeza y podemos lograr un estado más avanzado se asemejaba cada vez más a la plenitud de la gracia de Dios y de Cristo Jesús, nuestro Señor y Creador.

Amén y gracias a Dios.

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