17 Mas, oh amados, recuerden lo que estaba anunciado por
los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. 18 Ellos dijeron que: "En los
últimos tiempos habrá burladores que vivirán según sus propias pasiones
impías." 19 Estos son los que causan divisiones entre ustedes, que siguen
la tendencia de su propia alma y no el espíritu. 20 edifican a sí mismos, pero,
amados, en la santísima fe que tienes, orando en el Espíritu Santo. 21
Manténganse en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor
Jesucristo, que lleva a la vida eterna. - Jude 1:17 a 21
En los últimos tiempos hemos sido testigos del cumplimiento de muchas profecías de la Sagrada Escritura y la palabra del mensaje de hoy, no se cansan de siempre que nos advierten sobre las muchas maneras y actitudes equivocadas que los hombres y las mujeres, por desgracia, que insisten en la práctica.
Muchas personas que tienen algún tipo de influencia en nuestra sociedad, muchos de ellos incluso con el conocimiento de la palabra de Dios, se resuelven a un lado el temor de Dios y la espiritualidad, y malo si abandonar las ilusiones de nuestra naturaleza carnal pecaminosa.
La palabra de hoy nos advierte acerca de estas cosas. Nos enseña que debemos tener mucho cuidado con lo que estamos viendo, que estamos escuchando ese tipo de material que estamos leyendo, lo que estamos pensando y por quién o por la que la gente está dejando influir en nosotros.
En todas estas cosas que siempre miramos para que no pueda ser contaminado con ideas falsas, doctrinas, filosofías, comportamientos, palabras y enseñanzas del mundo que sólo le traerá a nuestras vidas trampas y errores, al hacerlo, nos distanciamos entre más de nuestro Dios y Señor.
El Espíritu Santo de Dios nos guía en el sentido que buscamos día a día para crecer de manera constante en la palabra verdadera del Señor Jesucristo. Esta palabra de verdad, no vale la pena recordar, esta contenido en la enseñanza de nuestro Dios, el Señor Jesucristo, el Espíritu Santo de Dios, las Sagradas Escrituras y en las bocas de los hombres y mujeres verdaderos de Dios.
Para que sepamos distinguir exactamente el trigo de la paja, es necesario buscar el contacto cada vez más cerca de nuestra Santísima Trinidad, a través de la oración y la lectura diaria de la Palabra de Dios. Es el Espíritu Santo de Dios viene a nuestro rescate y nos enseña todas las cosas. Lo hace en la oración y cuando estamos leyendo y meditando en las Escrituras.
Si tratamos la alimentación diaria de la palabra del Señor y Sus promesas para nuestras vidas a través de la fe en el Todopoderoso poder de nuestro Dios, el Señor Jesucristo, y el Espíritu Santo de Dios, no seremos sacudidos por las direcciones constantes e impredecibles que la sociedad Modern está tomando. El mundo está en hallazgos de transformación. Atendemos todos los cambios de manera positiva. Sí debemos, con base en la palabra de Dios, luchar por la justicia, por la verdad y por mejores días.
Todo en este mundo está en constante cambio, pero la palabra de Dios permanece para siempre. No importa la profundidad, la altura, ni los cambios de ancho, para los que confían en el Señor no será sacudido.
La palabra de Dios, y el amor de nuestro Dios para nosotros todos no cambia nunca. Esta es la lealtad, el poder y el amor que siempre debemos poner toda nuestra fe, el corazón y la confianza. Al hacer esto, sin duda, hemos dado un paso muy importante para completar firmemente perseverar en nuestro camino hacia morada eterna.
Amén y gracias a Dios. Estancia en la paz del Señor Jesucristo.
En los últimos tiempos hemos sido testigos del cumplimiento de muchas profecías de la Sagrada Escritura y la palabra del mensaje de hoy, no se cansan de siempre que nos advierten sobre las muchas maneras y actitudes equivocadas que los hombres y las mujeres, por desgracia, que insisten en la práctica.
Muchas personas que tienen algún tipo de influencia en nuestra sociedad, muchos de ellos incluso con el conocimiento de la palabra de Dios, se resuelven a un lado el temor de Dios y la espiritualidad, y malo si abandonar las ilusiones de nuestra naturaleza carnal pecaminosa.
La palabra de hoy nos advierte acerca de estas cosas. Nos enseña que debemos tener mucho cuidado con lo que estamos viendo, que estamos escuchando ese tipo de material que estamos leyendo, lo que estamos pensando y por quién o por la que la gente está dejando influir en nosotros.
En todas estas cosas que siempre miramos para que no pueda ser contaminado con ideas falsas, doctrinas, filosofías, comportamientos, palabras y enseñanzas del mundo que sólo le traerá a nuestras vidas trampas y errores, al hacerlo, nos distanciamos entre más de nuestro Dios y Señor.
El Espíritu Santo de Dios nos guía en el sentido que buscamos día a día para crecer de manera constante en la palabra verdadera del Señor Jesucristo. Esta palabra de verdad, no vale la pena recordar, esta contenido en la enseñanza de nuestro Dios, el Señor Jesucristo, el Espíritu Santo de Dios, las Sagradas Escrituras y en las bocas de los hombres y mujeres verdaderos de Dios.
Para que sepamos distinguir exactamente el trigo de la paja, es necesario buscar el contacto cada vez más cerca de nuestra Santísima Trinidad, a través de la oración y la lectura diaria de la Palabra de Dios. Es el Espíritu Santo de Dios viene a nuestro rescate y nos enseña todas las cosas. Lo hace en la oración y cuando estamos leyendo y meditando en las Escrituras.
Si tratamos la alimentación diaria de la palabra del Señor y Sus promesas para nuestras vidas a través de la fe en el Todopoderoso poder de nuestro Dios, el Señor Jesucristo, y el Espíritu Santo de Dios, no seremos sacudidos por las direcciones constantes e impredecibles que la sociedad Modern está tomando. El mundo está en hallazgos de transformación. Atendemos todos los cambios de manera positiva. Sí debemos, con base en la palabra de Dios, luchar por la justicia, por la verdad y por mejores días.
Todo en este mundo está en constante cambio, pero la palabra de Dios permanece para siempre. No importa la profundidad, la altura, ni los cambios de ancho, para los que confían en el Señor no será sacudido.
La palabra de Dios, y el amor de nuestro Dios para nosotros todos no cambia nunca. Esta es la lealtad, el poder y el amor que siempre debemos poner toda nuestra fe, el corazón y la confianza. Al hacer esto, sin duda, hemos dado un paso muy importante para completar firmemente perseverar en nuestro camino hacia morada eterna.
Amén y gracias a Dios. Estancia en la paz del Señor Jesucristo.