El Señor es mi pastor - Salmo 23 - la Palabra de Dios El Señor es mi pastor
El Señor es mi pastor, nada me falta. 2 Él me hace descansar en verdes pastos, me guía a arroyos de tranquilas aguas. 3 Él restaura mi alma: Él me guía por sendas de justicia por amor de su nombre.4 Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo: tu vara y tu cayado me infundirán aliento.5 Tú preparas una mesa delante de mí en presencia de mis enemigos me unges la cabeza con aceite, mi copa está rebosando.6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor para siempre. Salmo 23:1 a 6 Muchos dicen: ¿Cómo así que no quieres? Yo no tengo eso. Yo no tengo eso. He pedido mi coche y no han recibido aún, llamé a mi casa y Dios no me ha dado. Y así seguimos quejarse y murmurar en contra de la Palabra y en contra de Dios mismo. Lo que tenemos que entender es que:
El Señor Jesucristo es nuestro buen pastor para nosotros en todos nuestros corazones, confiamos en Él, si nos entregamos por completo en sus manos, si lo aceptamos como nuestro pastor único y verdadero, bueno y nadie más. Aceptar y servir sólo al Señor Jesucristo.
¿Qué va a poner sus esperanzas en el Señor Jesús no seguir los mandamientos, ni lo que Él nos mandó hacer. ¿Qué tipo de ovejas que estamos siendo? Desobedientes ovejas para que el deseo de vivir las cosas que en el mundo cada vez más lejos de la manada y la protección del Señor Jesucristo. Cuando aprendemos a obedecer a Dios y nos comprometemos a su buena y estaremos pastoreo llevó a los verdes valles (una vida próspera), que se conducirá el agua calma (la vida sin problemas, sin confusión, sin vacilar, sin la enfermedad).
Cuando nos sometemos a la fuerza de su personal de gran alcance, el Señor Jesucristo nos libera de todas nuestras dudas, todos nuestros conflictos personales, de todos los ataques de los lobos, y nos llevará a la verdadera senda de la verdad y el verdadero camino de la vida eterna. De esta manera que sólo existe en su nombre maravilloso y santo.
El Señor nos advierte que incluso cuando se trata de proteger su fuerza y su personal estarán sujetos a pasar a través de los valles de sombras y la muerte. Esto nos recuerda la vida y la terrible experiencia de Job, incluso amar a Dios y caminar en Su presencia con todo su corazón, tuvo que pasar por el valle de la oscuridad y la muerte.
Dios nos guía y nos promete que, aun cuando esto le suceda a nosotros que no debemos tener miedo y no a la desesperación en todo momento porque él estará con nosotros para mantener y consola. El Señor Jesús nos ha dado para todos aquellos que creen en su nombre digno de compartir con él la Santa Cena, la Santa Cena simboliza precisamente la resurrección victoriosa de nuestro Señor antes de que nuestro gran enemigo de la muerte del padre.
Así como somos co-ganadores co Jesús Cristo en su resurrección que recibimos de Él el Espíritu de la Verdad, que vive en nosotros nos enseñará todas las cosas y crecerá y el desbordamiento en nosotros el temor del Señor. Es este miedo que nos hace tener fuerza para resistir los asaltos del gran enemigo de nuestra alma: el perdedor.
Ungido con la presencia y la fuerza que viene de arriba, que se vistió en la bondad y la misericordia de Jesucristo y vivir eternamente con Él en la gloria de Dios Padre
Gloria a Dios!
El Señor es mi pastor, nada me falta. 2 Él me hace descansar en verdes pastos, me guía a arroyos de tranquilas aguas. 3 Él restaura mi alma: Él me guía por sendas de justicia por amor de su nombre.4 Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo: tu vara y tu cayado me infundirán aliento.5 Tú preparas una mesa delante de mí en presencia de mis enemigos me unges la cabeza con aceite, mi copa está rebosando.6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor para siempre. Salmo 23:1 a 6 Muchos dicen: ¿Cómo así que no quieres? Yo no tengo eso. Yo no tengo eso. He pedido mi coche y no han recibido aún, llamé a mi casa y Dios no me ha dado. Y así seguimos quejarse y murmurar en contra de la Palabra y en contra de Dios mismo. Lo que tenemos que entender es que:
El Señor Jesucristo es nuestro buen pastor para nosotros en todos nuestros corazones, confiamos en Él, si nos entregamos por completo en sus manos, si lo aceptamos como nuestro pastor único y verdadero, bueno y nadie más. Aceptar y servir sólo al Señor Jesucristo.
¿Qué va a poner sus esperanzas en el Señor Jesús no seguir los mandamientos, ni lo que Él nos mandó hacer. ¿Qué tipo de ovejas que estamos siendo? Desobedientes ovejas para que el deseo de vivir las cosas que en el mundo cada vez más lejos de la manada y la protección del Señor Jesucristo. Cuando aprendemos a obedecer a Dios y nos comprometemos a su buena y estaremos pastoreo llevó a los verdes valles (una vida próspera), que se conducirá el agua calma (la vida sin problemas, sin confusión, sin vacilar, sin la enfermedad).
Cuando nos sometemos a la fuerza de su personal de gran alcance, el Señor Jesucristo nos libera de todas nuestras dudas, todos nuestros conflictos personales, de todos los ataques de los lobos, y nos llevará a la verdadera senda de la verdad y el verdadero camino de la vida eterna. De esta manera que sólo existe en su nombre maravilloso y santo.
El Señor nos advierte que incluso cuando se trata de proteger su fuerza y su personal estarán sujetos a pasar a través de los valles de sombras y la muerte. Esto nos recuerda la vida y la terrible experiencia de Job, incluso amar a Dios y caminar en Su presencia con todo su corazón, tuvo que pasar por el valle de la oscuridad y la muerte.
Dios nos guía y nos promete que, aun cuando esto le suceda a nosotros que no debemos tener miedo y no a la desesperación en todo momento porque él estará con nosotros para mantener y consola. El Señor Jesús nos ha dado para todos aquellos que creen en su nombre digno de compartir con él la Santa Cena, la Santa Cena simboliza precisamente la resurrección victoriosa de nuestro Señor antes de que nuestro gran enemigo de la muerte del padre.
Así como somos co-ganadores co Jesús Cristo en su resurrección que recibimos de Él el Espíritu de la Verdad, que vive en nosotros nos enseñará todas las cosas y crecerá y el desbordamiento en nosotros el temor del Señor. Es este miedo que nos hace tener fuerza para resistir los asaltos del gran enemigo de nuestra alma: el perdedor.
Ungido con la presencia y la fuerza que viene de arriba, que se vistió en la bondad y la misericordia de Jesucristo y vivir eternamente con Él en la gloria de Dios Padre
Gloria a Dios!